El cursor titiló en la barra de búsqueda. Los dedos ubicados sobre el teclado, con la duda en la forma de una suave caricia sobre las letras estampadas en el plástico. «Qué quieres buscar?», preguntó la pantalla. Las manos hicieron su magia y el mensaje creció, letra por letra, pero no llegó a ser enviado por el Enter. Todo un mundo de respuestas esperaba afuera. Todavía. Así que el rostro frente al monitor sonrió. Dejó su silla y salió a la calle.
Las palabras del reto de julio: magia, creció, quieres.
Esto fue algo que escribí pensando más en automotivarme a salir de algunas cuestiones internas, más que un "salir a la calle" real. Lo digo, porque entiendo que todavía hay lugares donde no está recomendado el salir, en mi ciudad ya no tenemos tantas restricciones, pero igual paso mucho tiempo adentro. Igual, nunca me había sentido tan "afuera" de un montón de cosas. Voy a dejar de escribir cosas reflexivas, debería volver a los cuentos de terror. Aguante la ficción.