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La chica de humo

La chica de humo

27 noviembre 2019

Lele estaba cansada. Venía despierta desde hacía varios días, ocupada con el enjambre de robots-abeja asesinos que había tenido que exterminar. Luego, los informes a la Central. Todo era burocracia inútil. Formularios electrónicos, que no se llenaban solos.

Ahora, con sus ojos cerrándose, asistía a la ceremonia de unión estelar de la tía abuela de su pareja. Rhu estaba a su lado y a la vez no estaba, como siempre. Sonreía como estúpido, se reía de la monotonía de las decoraciones, de los vestidos de las señoras del geriátrico, de la seriedad de los octogenarios en sus trajes de gala multicolor y de los sombreros con monedas colgando que todos los no solteros debían usar. Ella quería darle una patada. Pero la música antigua de fondo le daba una extraña sensación de felicidad infantil.

La banda sonora de la boda de la anciana era también la de su más temprana infancia. Así que, entre cabeceadas de microsueños, se permitió recordar su niñez.

—Estoy seguro de que Dyon ni siquiera tiene ganas de casarse —murmuró Rhu, con desprecio—. Todo lo hace por ella.

Lele ahogó un bostezo y le dio un codazo a su pareja.

—Que lo haga por ella es aún más admirable. Justo en esta época de tanto egoísmo —contestó.

En ese momento, el sacerdote ingresó, con sus velas aromáticas de vainilla encendidas y arrojó las serpentinas ceremoniales al aire. Los monaguillos, detrás, hicieron sonar las trompetas en la sagrada melodía de la cucaracha, himno de los antepasados de aquella colonia planetaria. Los asistentes, que llenaban la capilla, alzaron un brazo y dieron la vuelta en sentido horario, como mandaba la costumbre. Luego, a la señal del oficiante, todos se sentaron en los bancos de seis patas que tenían detrás. Lele pensó que la decoración de unicornios con cabelleras satinadas no podía ser más anticuada. Pero los clásicos siempre eran lo más seguro en cuestiones de gusto.

Se ajustó el kimono verde flúor y siguió esforzándose por no dormirse.

Las bailarinas de ula ula la despertaron, por un momento. Luego, al darse el saludo de paz universal con el resto de los invitados, siempre en sentido horario, pudo despabilarse mejor. Pero los continuos chistes de mal gusto del propio sobrino nieto de la novia la pusieron de pésimo humor.

Lo observó. Su vestimenta negra, su gesto siempre pedante, su actitud eterna de saber más que el resto… Y se comparó ella misma, con la niña que soñaba con declaraciones de amor como la del anciano que bailaba la danza de la gallina clueca frente a todos en ese instante. Observó su propia situación, en el espejo que recubría el techo de aquel templo. Su sombrero de semi-novia, su condición de prometida a alguien que ni se interesaba en respetar a sus propios familiares.

Entonces, se sintió más anticuada que unicornio rosado. No podía seguir así. Tenía que hacer algo por sí misma.

Apenas los novios salieron por la puerta-tobogán y aterrizaron en la piscina de pelotas azules, mientras los invitados los seguían, ella enfrentó a su peor-es-todo. Lo miró, con sincero cansancio. Evitó hacer caso de la burla de él con respecto a sus ojeras. Respiró hondo y le quitó el sombrero.

Él abrió la boca, empezó a decir algo. Ella se sacó el sombrero, también, y lo arrojó hacia el altar, con tanta fuerza, que el muñeco de nieve artificial que lo adornaba se inclinó un poco al costado.

Lo bueno del cansancio es que una ya no tiene ganas de poner energías en lo que no vale la pena. Rhu sí que dormía bien por las noches, ella lo sabía. El insomnio le permitía escuchar sus ronquidos hasta la aparición de los cinco soles en el horizonte de su ventana. Por eso, él se permitía la ira, el desconcierto. Ella no lo necesitaba más. Solo quería una siesta. Urgente.

Así que se perdió entre la gente, en la fiesta. Más tarde tomaría el tren de los corazones rotos. Ahora, se convertiría en humo para dejarse llevar por la alegría general, hasta los baños. Allí seguro podría soñar un rato.

***

Relato escrito para la iniciativa Gym para escritores número dos, de Soñando uno de tus sueños. Participen con sus creaciones, antes del 10 de diciembre, y serán incluidos en la antología para estas fiestas de Roxana.



Quería ponerle a este relato "Heartbroken Express", por la canción de Dolly Parton, pero no encontré la forma de traducirlo al castellano y que tuviera el mismo impacto en dos palabras (¿"Tren de los corazones rotos"?), además de que el tren ni siquiera aparece en la trama. A lo sumo, lo hubiese agregado al final. Apareció de forma aleatoria en mi lista esta canción, La chica de humo, porque estuve escuchando pura música noventosa estos días, así que fui honesta y la usé.
Te amo hasta los huesos - Roxana B. Rodriguez

Te amo hasta los huesos - Roxana B. Rodriguez

18 noviembre 2019


Título: Te amo hasta los huesos
Autor: Roxana B. Rodriguez
Editorial: Lulu
Año publicación: 2019
Género: Antología. Terror.
Sinopsis: Lo irreal se vuelve real. Las fantasías pueden atormentarte tanto como la realidad. ¿Cómo sabes hallar la diferencia? Cuando ni siquiera puedes confiar en tus propios sentidos ni en los que te rodean, es cuando sentirás el verdadero miedo a lo que va a pasar. Antología de cuentos de horror, suspenso y terror.
Encuentralo en: Amazon - Lulu - Tienda online de la autora



Opinión personal: Empiezo pidiendo disculpas por la demora en venir por el blog, este finde largo es un respiro enorme para mí. Entre otras cosas, por fin he podido sentarme a terminar con la lectura de esta antología de cuentos de la genial Roxana. Gracias mil por la oportunidad de esta lectura.

Te amo hasta los huesos es una recopilación de cuentos para los amantes del terror en todas sus formas. Los que prefieren las historias cortas también van a disfrutarlo mucho. Es un libro que puede ir leyéndose de a un cuento por noche, antes de dormir (aunque las sombras al apagar la luz puedan ponernos nerviosos).

Hermosa narración, en general. Hay contraste de temáticas y sensaciones. En algunos relatos me alegré del final, otros me dejaron apenada, otros me sacaron una risita por lo repentino e irónico de la situación. Cuando toca gore, no se detiene en las descripciones, lo cual es de agradecer para el lector del género. Hubo algún que otro detallito en ortografía y repeticiones de palabras en párrafos que se pueden revisar, pero el nivel general es muy bueno.

Mis cuentos preferidos:
- Retazos de ti: Espectacular giro final.
- Macabros encuentros: Pura locura. Tétrico y sensual a la vez.
- Absuelto por la luna: Exquisita caracterización de un vampiro. Elegante y cruel.
- La ciudad de los muertos: Divertido, dentro de lo que es el horror.
- Sin rastros, enciende la luna: Historia desgarradora. Me gustó que fuese un poco más larga. Allison y Steve me gustaron, creo que quería leer un poco más de ellos.
- En el fondo del espejo: Preciosa narración. Terror y romance. Conmovedor.
- Mi dicha, mi perdición: Terror y ciencia. Muy interesante idea. Buen final.
- Yuuwaku: El renacer en el fuego. Me gustó que el final no se sintiera triste ni trágico.
- Lluvia de estrellas: Personajes que no son lo que uno espera. Terror con delfines, quién lo diría.
- Bola de nieve: El broche de oro. Terror navideño. No puede faltar.

Calificación:
Apto para: Amantes del terror en todas sus formas. Aficionados a los relatos cortos. 
No apto para: Los que no disfruten de este género. Igual, es una oportunidad para probar. Vayan y léanlo. 
Dulzura: En varios de los cuentos, al inicio. 
Acción: Algunos zombies, monstruos y gente armando ejércitos de muñecas. 
Sangre: Litros y litros. Amantes del gore, este libro es para ustedes. 
Sexo: Sí hay, mezclado con el hambre de algún vampiro o la crueldad de un asesino. 

(Aviso: No pongo más puntaje en números. Si lo terminé de leer es porque lo disfruté. Los que no termine irán en otra sección.)
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